Algunos hábitos perjudiciales pueden alterar el color, sabor y olor de la leche materna, además de traer consigo otras consecuencias.
Lo ideal es que antes de la llegada del nuevo miembro de la familia haya una etapa de información y de decisión para iniciar una crianza sin inconvenientes, ya que después del parto pueden reaparecer algunos hábitos que perjudican la alimentación idónea para el bebé.
El fumar, beber, ingerir sustancias toxicas, aun el deporte desmedido afectan directamente la lactancia materna. En el caso del tabaco sobra decir que su consumo es perjudicial para la salud, más aún si la fumadora alimenta con su leche a un bebé. La nicotina pasa a la leche materna y, aunque no alcanza niveles tóxicos para el lactante también se reduce la capacidad del cuerpo de absorber algunas vitaminas y minerales, produce irritabilidad y alteración del sueño del bebé, pero eso no es todo, el problema más grave para el recién nacido es el humo, que tiene más de 4,000 componentes y lo coloca en condición de fumador pasivo, aumentando el riesgo de muerte súbita, asma bronquial, infecciones respiratorias, otitis y cáncer.
Ante esto como institución que trabaja en la promoción de la salud recomendamos NO FUMAR por ser esta una práctica perjudicial, en la que sus efectos nocivos trascienden a la persona que lo hace y afecta a terceros, recordemos que en el país hay un Ley de tabaco que estipula que “el consumo del tabaco y sus productos es un problema de graves consecuencias en la salud pública mundial, y es causante de múltiples enfermedades prevenibles”.
Según La Liga de la Leche Internacional “En la práctica clínica, todas las mujeres embarazadas y que están lactando deben ser alentadas y ayudadas a dejar de fumar. Sin embargo, las mujeres que continúan fumando deberían ser alentadas a amamantar ya que los riesgos para la salud que resultan de la combinación de padres fumadores y alimentación artificial son mayores que los riesgos de combinar lactancia natural y cigarrillo”. Es decir que amamantar es la mejor opción, ya que pese a los problemas generados por el tabaco prevalece el efecto protector de la lactancia, especialmente en las infecciones respiratorias.
Otro hábito perjudicial durante la lactancia materna es el consumo de alcohol, aunque las investigaciones al respecto no son concluyentes, se sabe que el alcohol que la madre ingiere pasa a la leche materna y puede llegar a inhibir la secreción de las hormonas responsables de su producción y eyección, además de variar su olor y sabor lo que tendría como consecuencia que el lactante rechace el pecho o realice ingestas menores.
Lo recomendable es que no se ingieran bebidas embriagantes o restringirlas al máximo, ya que la mayor concentración de alcohol en leche se registra entre los 30 y 60 minutos posteriores a su ingesta es de tomar en cuenta que a medida que el alcohol se va eliminando de la sangre de la madre, también lo hace de su leche, cuanto más alcohol haya en la leche más recibirá el bebé y habrá más probabilidades de que sufra sedación e incluso embriaguez. Es importante recordar que si la madre, u otra persona, han consumido alcohol no deberían dormir con un bebé.
De igual manera está de más decir que el consumo de otras sustancias tóxicas ilegales como la heroína, cocaína, anfetaminas o marihuana, provocan efectos nocivos en la salud del lactante. La marihuana pasa a la leche materna y algunos estudios indican que persiste en el organismo del bebé incluso tres semanas después. Cuando la madre lactante la consume, el bebé puede manifestar estado de sedación, además de un pobre aumento de peso, más riesgo de muerte súbita, alteraciones de desarrollo físico y mental y mayor probabilidad de sufrir trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La cocaína, éxtasis y heroína están, por supuesto, contraindicados en la madre que lacta. Los efectos que producen en la madre son los mismos que puede sufrir el bebé, además de provocarle problemas de desarrollo e, incluso, adicción (con el consecuente síndrome de abstinencia).
Lactancia materna y ejercicio físico
Es de recordar que la Lactancia Materna Exclusiva es también conocida por su capacidad de influir directamente en la pérdida de peso de la madre y recuperación de la silueta, la producción de leche supone un gasto energético importante. Mientras se mantiene la alimentación al pecho de manera exclusiva, se irán consumiendo las reservas que la madre ha ido acumulando durante la gestación, hasta lograr el peso previo al embarazo de manera paulatina.
Si aun así, su deseo es ejercitarse, debe conocer que la lactancia materna y el ejercicio no están reñidos, es conocido los muchos beneficios que aportan estos al organismo materno: mejora la función cardiovascular, ayuda a perder el peso que se ganó en la gestación, mejora el sistema musculo esquelético, reduce el estrés y la ansiedad y aumenta la autoestima, entre otros, todo lo anterior puede provocar en la madre una sensación de bienestar que repercute en su bebé.
Pero hay que tener en cuenta una serie de precauciones. CALMA recomienda: buscar la asesoría de un profesional para establecer una rutina de ejercicio independientemente sea en gimnasio o en casa, además es de tomar en cuenta que la práctica de ejercicio de moderado a intenso puede provocar una disminución en el volumen de leche, cambios en su composición, un descenso en la concentración de algunos factores de defensa (como la inmunoglobulina A) y del azúcar natural de la leche (la lactosa), así como un aumento del ácido láctico, sustancia que se secreta a la sangre al ejercitar los músculos y que confiere un cierto sabor amargo a la leche, además ante ello hay que tomar en cuenta practicar deporte después de dar el pecho, evitar aquellas actividades en las que se corra riesgo de lesionar los senos, utilizar un sujetador adecuado, es importante aumentar la ingesta de líquidos y seguir una alimentación balanceada.
Hay que recordar que la Lactancia Materna es por mucho el mejor alimento para el bebé y puede ser la excusa ideal para dejar atrás hábitos perjudiciales, tanto para la salud de la madre como para la de su hijo, ya que siempre será más fácil crear buenos hábitos que eliminar malos, todo es posible, por eso es de suma importancia buscar ayuda para dejar cualquier tipo de adicción.
Fuentes:
Academia Americana de Pediatría (AAP)
La Liga de la Leche Internacional (LLLI)
Ley para el control del Tabaco en El Salvador