La práctica de la lactancia materna debe fomentarse como algo normal y natural en donde los hombres apoyan a las mujeres y sus familias en la alimentación y cuidado óptimo de los bebés y niños pequeños, contribuyendo de esta manera a una sociedad con mayor equidad de género y con más salud.
Los hombres, particularmente los padres, deben participar activamente y compartir responsabilidades con las mujeres en el cuidado óptimo de sus bebés y niños pequeños, a través de la defensa, la educación y creación de capacidades.